En TrainerClub, con Fisioterapia en Granada, sabemos que de todos los gestos cotidianos que realizas diariamente, hay uno en concreto que te está destrozando la salud. Uno, cuya aparente inocuidad lo convierte en uno de tus enemigos más peligrosos y que te machaca sin que te des cuenta, como mínimo, 8 horas cada jornada (incluso más). Pasarte el día sentado ante la pantalla del ordenador durante toda tu vida laboral y llegar a casa para tumbarte en el sofá, te acabará pasando una factura muy alta si no pones remedio desde ya.
¿Alarmismo? En absoluto. Los datos están ahí. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la inactividad física tiene un costo de 48.438 millones de euros en atención de salud directa, de los que el 57%, corresponde al sector público y el resto son atribuibles a la baja productividad.
La falta de movimiento es un pasaporte para padecer enfermedades no transmisibles (ENT) como las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes o el cáncer de mama o de colon, origen del 71% de todas las muertes en el mundo, entre ellas las de 15 millones de personas cada años con edades entre los 30 y 70.
¿Sigues pensando que exageramos? Vayamos por partes. “Lo primero que se resiente al limitar nuestra actividad física es el VO2 máx, que es la máxima cantidad de oxígeno que somos capaces de tomar y utilizar en 1 minuto. Al principio se compensa con el incremento de la frecuencia cardiaca” explica un médico especialista. Obligamos al corazón a trabajar a fondo para mantener el mismo volumen sanguíneo que llega al músculo. Resultado: aumenta la frecuencia cardiaca en reposo en torno a un 10-15% y con ella tenemos un 64% más de probabilidad de padecer algún tipo de cardiopatía.
Muscularmente, el daño que supone pasarse el día con el trasero pegado a la silla es devastador. Contracturas y acortamientos producidos por las malas posturas continuas se trauducen en forma de dolor. Los niveles reducidos de actividad física, el aumento del sedentarismo y la falta de ejercicio juegan un papel importante en la pérdida muscular relacionada con la edad, conocida como sarcopenia. Es la principal razón de la fragilidad y la pérdida de autonomía asociada con el envejecimiento.
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Otra consecuencia se percibe en la báscula. Al disminuir su trabajo, los músculos ven mermada su función metabólica, abriendo paso a las células grasas. La situación empeora si no nos movemos. Empezamos a engordar y nos convertimos en terreno predispuesto para la aparición de colesterol, diabetes, etc.
El aumento de peso unido a la falta de ejercicio también deteriora nuestro esqueleto antes de tiempo. La osteoporosis y la artrosis provocan una masa ósea cada vez más debilitada que puede deteriorarse un 1% anual si nos tiramos más de 6 horas sentados cada día. La lista de lesiones de nuestra anatomía por las malas posturas ante el ordenador es larga:
- Rodilla: si colocamos los pies debajo de la silla, comprimimos la parte posterior de las rodillas dificultando que los cartílagos se hidraten como deberían. Si tiene algún problema de este tipo su fisioterapeuta y osteópata le podrá ayudar.
- Masa muscular: a partir de los 30 años, perdemos entre un 3-5% de masa muscular, aproximadamente cada 10 años. La sarcopenia (es como se llama este deterioro) toma impulso a partir de los 50 y se acelera más a los 70. Al verse disminuida su función metabólica, el organismo es menos eficiente para quemar calorías, gasta menos en reposo y tiende a acumular más grasas y ácido láctico ante un esfuerzo menos intenso. Si tiene alguna duda al respecto, el fisioterapeuta es el experto en masa muscular, él le podrá ayudar.
- Circulación sanguínea: la falta de movimiento ralentiza la circulación, provocando la aparición de varices, tobillos hinchados y hasta trombosis. La fisioterapia posee técnicas para mejorar la circulación sanguínea.
- Columna vertebral: con sobrepeso las fuerzas a nivel de la columna lumbosacra son mucho mayores y los músculos espinales se fatigan, apareciendo hernias discales. Más de un 90% de los problemas de espalda se deben a una mala postura en la oficina. Consulte a su fisioterapeuta, él es el experto en este tema.
- Aparato digestivo: al no movernos, nuestro organismo digiere con mayor dificultad los alimentos.
- Glúteos: aplastados contra la silla, ven mermados las capacidades de resistencia y elasticidad por la pérdida de colágeno y elastina.
- Cadera: su falta de movilidad origina la mayoría de problemas de espalda. Si tiene algún problema, consulte a su fisioterapeuta y osteópata.
- Huesos: puede perderse hasta un 1% de masa ósea anualmente si se pasa más de 6 horas sentado al día.
- Músculos isquiotibiales: se vuelven rígidos por la inmovilidad, al igual que muchos músculos de toda la espalda. Si tiene algún problema de este tipo, su fisioterapeuta le podrá ayudar.
- Mente: la falta de ejercicio físico hace que pensemos más lentamente. También afecta a la producción de hormonas de la felicidad: serotonina y endorfinas.
- Cuello: la postura en flexión adoptada ante la pantalla ocasiona problemas cervicales. Desde hernias, contracturas , migrañas o bruxismo. Con estos problemas, su fisioterapeuta y osteópata le podrá ayudar.
- Pulmones: lo primero que disminuye al limitar la actividad física es el consumo máximo de oxígeno, que es la máxima cantidad de oxígeno que somos capaces de tomar y utilizar en un minuto.
- Hombros: puede darse una tendinopatía del supraespinoso por un continuo mal apoyo y una mala postura del brazo.
- Corazón: 64% más de posibilidades de padecer algún tipo de cardiopatía.
- Dorsales: aumenta la cifosis al adelantar hombros y cabeza.
Mentalmente también nos afecta la falta de ejercicio físico. La memoria puede deteriorarse con el paso del tiempo según los estudios. La falta de ejercicio físico está asociada también con el grosor del lóbulo temporal medio, una región cerebral fundamental para el recuerdo consciente y que aparece más reducido con una vida sedentaria. Se enlentece el bombeo sanguíneo y de oxígeno al cerebro. Pensamos más lentamente. Se para la producción de las hormonas de la felicidad: serotonina y endorfinas.
La solución a esta auténtica masacre anatómica: moverse. Según la Organización Mundial de la Salud, bastaría con que lo hiciéramos 150 minutos semanales. Aunque sea de forma moderada (caminar es perfecto). Levantarse de la silla cada hora para dar pequeños paseos o subir escaleras debería ser obligatorio.¿ Pero si te mueves con nuestros expertos de Trainerclub, será mucho mejor!
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Bibliografía:
– www.elmundo. es.