A la hora de elegir quién es la o el especialista indicado que puede ayudarnos a calmar un dolor o un malestar en nuestro cuerpo, existe la duda de realizar una cita con un fisioterapeuta, un osteópata, un quiropráctico o un masajista. La diferencia en cada área es evidente, sobre todo si eres un/a profesional que trabaja en alguna de ellas; sin embargo algunos pacientes tienen desconocimiento o no están bien informados. De hecho, no es raro que una sola clínica o profesional ofrezca varios de estos tratamientos combinados, de forma que no es siempre fácil distinguir unos de otros. Por eso vamos a ver sus principales diferencias.
Fisioterapia, una disciplina médica
Lo primero que debes tener claro es que solo el fisioterapeuta tiene una formación oficial y reconocida, y por tanto puedes pedir que te muestre su título universitario. En España, Fisioterapia es un grado de cuatro años y gracias a sus buenas salidas laborales, uno de los que tiene las notas de acceso más altas año tras año.
Hay muchas definiciones para determinar qué es un fisioterapeuta, una de ellas la dio la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1958. Según la OMS, la fisioterapia es “la ciencia del tratamiento a través de: medios físicos, ejercicio terapéutico, masoterapia y electroterapia. Además, la fisioterapia incluye la ejecución de pruebas eléctricas y manuales para determinar el valor de la afectación y fuerza muscular, pruebas para determinar las capacidades funcionales, la amplitud del movimiento articular y medidas de la capacidad vital, así como ayudas diagnósticas para el control de la evolución”.
¿Qué quiere decir esto? Pues que el fisioterapeuta está capacitado para aplicar todas estas terapias: no sólo damos masajes sino que podemos aplicar técnicas válidas y necesarias en áreas tan específicas como la neurología o la respiratoria, pasando por cardiología y sin olvidar nunca el sistema músculo-esquelético, sobre todo con ejercicio terapéutico y medios físicos. Además de tener la capacidad de realizar nuestro propio diagnóstico fisioterapéutico.
Quiropraxia, una pseudoterapia
La quiropraxia es una disciplina pseudocientífica en la que se tratan trastornos especialmente los relacionados con el sistema nervioso, manipulando el sistema músculo-esquelético pero centrándose principalmente en la columna vertebral. El tratamiento quiropráctico es recomendado a pacientes que sufren dolores en la espalda, por eso que varias personas que tienen problemas en la columna, asisten a estos especialistas, sin embargo si son problemas que necesitan un tratamiento profundo a largo plazo, por ejemplo la escoliosis, se debe tratar con fisioterapeutas.
La quiropraxia no está reconocida en España como una disciplina médica oficial y por tanto su enseñanza no está reglada. No hay estudios que demuestren su eficacia, y de hecho es una pseudoterapia peligrosa porque la manipulación de la columna vertebral puede causar lesiones de gravedad: hay muchos casos registrados de dolores, accidentes cerebrovasculares, náuseas, mareos y problemas de visión entre otros asociados a visitas a un quiropráctico.
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Osteopatía
La osteopatía es una disciplina pseudocientífica que apuesta por tratar todo tipo de patologías y dolencias locomotores, viscerales y nerviosos a través de la manipulación de huesos, músculos y articulaciones.
Su creador fue el médico estadounidense Andrew Taylor Still, un tipo muy aficionado a la mecánica que entendía el cuerpo humano como si fuese una máquina: todas las partes del cuerpo estaban unidas por la capa de tejido conectivo y por eso se podían alterar manipulando las articulaciones. Para él, cualquier problema que tuviese el cuerpo se debía a un desajuste de sus piezas y por eso bastaba con manipularlas adecuadamente para solucionarlo.
Masajistas o quiromasajistas
En el caso de los masajistas su actividad está mucho más centrada en el placer y la relajación, están especializados en reducir el estrés muscular, bajar la presión sanguínea y eliminar toxinas. No pueden prestar un servicio terapéutico y no están capacitados para tratar al paciente y aplicarle técnicas de masaje o las tecnologías necesarias para lograr una pronta y efectiva recuperación. Algunos masajistas tienen nociones médicas pero su labor principal es proporcionar momentos de relajación.
¿Dónde está el problema?: las maniobras pueden ser tan eficaces como cualquier otra.
El problema no es la técnica sino que, en España, dichas áreas de conocimiento -quiropraxia y osteopatía- son propias del fisioterapeuta, el único que legalmente puede practicarlas.
“La legislación española (Real Decreto 1001/2002) establece que son funciones de los fisioterapeutas, entre otras, el establecimiento y la aplicación de cuantos medios físicos puedan ser utilizados con efectos terapéuticos en los tratamientos… y la realización de actos y tratamientos de masaje, osteopatía, quiropraxia, técnicas terapéuticas reflejas y demás terapia manuales específicas, alternativas o complementarias afines al campo de la fisioterapia” puntualizaba el presidente del Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España, Miguel Villafaina, para la revista del colegio valenciano.
La osteopatía y la quiropraxia están reconocidas por la OMS como medicina tradicional complementaria y valora que deben ser profesionales sanitarios titulados y regulados quienes las apliquen. Esa es la diferencia, en España se consideran conocimientos propios de la fisioterapia y la formación para ejercerlas solo pueden impartirla legalmente en las facultades de Fisioterapia o en los cursos oficiales de postgrados.
El artículo 27.1 de la Constitución reconoce la libertad de enseñanza, lo que facilita que, al margen de la formación oficial, puedan existir otros tipos de formación reguladas. Éstas, al no estar reconocidas oficialmente, carecen de cualquier posibilidad de habilitación profesional, por mucho nombre que tenga la entidad que las imparte. De aquí nacen los osteópatas sin ser fisioterapeutas, los quiroprácticos sin ser fisioterapeutas, los masajistas y los quiromasajistas.
En el caso de los masajistas es parecido, no es una enseñanza universitaria y sólo el fisioterapeuta puede aplicar el masaje terapéutico. Un masaje relajante podría aplicarlo un masajista pero sus conocimientos del sistema músculo-esquelético siempre serán menores que los de un fisioterapeuta.
En conclusión, no descalifico las técnicas empleadas en la osteopatía o la quiropraxia, todo lo contrario, las valoro como útiles, como una herramienta más a la hora de tratar al paciente. Tampoco considero que una técnica sea más válida que otra, siempre dependerá del estado del paciente, ya que cada uno es único y así debe ser su tratamiento. Lo único que puntualizo es que, a la hora de elegir en manos de quién dejamos nuestra salud, debemos asegurarnos de que ese quiropráctico o ese osteópata antes de tratarnos ha cursado la carrera de fisioterapeuta y está habilitado legalmente para aplicarnos la terapia que considere oportuna.
Si tiene alguna duda o consulta, desde Trainerclub estamos a su disposición para resolverlas y ayudarle en lo que nos sea posible. Busque la profesionalidad y personalización.
Rocio Haro
Graduada en fisioterapia
Bibliografía
– Policy statement: Description of physical therapy
– https://www.cfisiomad.org/pages/informacion_fisioterapia.aspx
– General Osteopathic Council
– https://catalogosvirtuales.com/fisioterapia-mayo-2014/#20
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