Investigadores holandeses siguieron a más de 300 pacientes con desgarro meniscal (que no era lo suficientemente severo como para bloquear la rodilla) y han descubierto que la función articular mejora tanto con la cirugía como con la fisioterapia según exponen en un artículo publicado en la revista “Journal of the Medical Association”.
“Nuestros resultados confirman los hallazgos de estudios previos y justifican un enfoque conservador inicial con fisioterapia en pacientes de más de 45 años con una rotura meniscal no obstructiva. Si la terapia física no mejora la función de la rodilla, los pacientes aún podrán optar por la cirugía más adelante” explica el autor principal del estudio.
Cada una de las rodillas tiene 2 meniscos, una especie de almohadillas que se ubican entre el fémur y la tibia y actúan como amortiguadores para la articulación y la mantienen estable. Cuando un menisco se rompe, puede causar dolor, hinchazón y rigidez en la articulación. Si el daño es grande y el paciente tiene mala suerte, puede volverse y bloquear la rodilla en una posición de flexión o extensión.
Van de Graaf y colaboradores asignaron aleatoriamente 321 pacientes que recibirán cirugía o fisioterapia. Los pacientes habían sido referidos por los médicos de familia a uno de los hospitales participantes para el tratamiento del dolor de rodilla.
Los pacientes tenían entre 45 y 70 años de edad y fueron excluidos si tenían algún tipo de problema que bloqueara la articulación, un índice de masa corporal de obesos, incidencias con los ligamentos que estabilizan la rodilla, una cirugía de rodilla previa o artritis severa.
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Durante el estudio, 47 de los pacientes (29%) que se habían inscrito inicialmente para recibir terapia física se sometieron a cirugía debido a la persistencia de su sintomatología. Sin embargo, los pacientes que se quedaron con la terapia física informaron una mejoría comparable a lo que informaron los que se sometieron a la cirugía.
Los investigadores quieren saber de antemano quién es más probable que se beneficie de la fisioterapia. Actualmente están trabajando en un modelo de predicción para saber antes de aplicarla, si la fisioterapia tiene menos del 10% de posibilidades de éxito en un paciente en concreto. Sería difícil defender el enfoque conservador en este caso.
Para los pacientes como los del estudio, se presentan los pros y los contras de ambos enfoques de tratamiento: los riesgos de la cirugía o el temor de que la terapia física no le sirva de mucho. La valoración de estos pros y contras varía radicalmente de una persona a otra.
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Bibliografía:
-www.elmundo.es.
